Dos prácticas claves para hacer un vídeo de sensibilización para tu organización social.
Claves para llegar a más personas con historias emocionantes que conecten
Tiempo de lectura: 10 minutos
Hoy en día, es indiscutible la importancia de las imágenes en nuestras vidas. En una era visual experimentamos a diario el poder y el alcance en las redes sociales. Si ahora mismo, mientras lees este texto, entras a cualquiera de tus perfiles, seguramente te toparás con algún vídeo que te interese y seguramente te quedarás unos minutos viéndolo. Lo mismo nos pasa a todos, el efecto magnético de los vídeos es insuperable. Y te preguntarás por qué eso pasa.
Fotografía: Adolfo LujánAsí que antes de todo, ¿qué es un vídeo?
En sí, es un mensaje compuesto por imagen y sonido que genera conexión emocional, además de aportar información. Y es allí que se encuentra su valor para transmitir lo que queremos decir.
Ahora, ¿cómo hacer para que más personas se interesen por nuestro vídeo y que su mensaje cautive para llegar a más personas que se sumen a nuestra causa?, ¿qué tenemos que considerar para lograrlo?
En este artículo te explicamos las dos prácticas claves que te ayudarán a tener los vídeos precisos que necesitas para llegar a más personas. Continúa leyendo que al final de este post sabrás:
Definir exactamente lo que se quiere decir con el vídeo
Tener claro a quién va dirigido tu mensaje
Las organizaciones relacionadas al tercer sector tienen una necesidad distinta a las empresas: en vez de vender productos o servicios, requieren transmitir una idea al público y hacer que las personas se apasionen por esa causa.
Para realizar este propósito es necesario estrechar las relaciones con su base social. Y como cada vez más las personas están inmersas en el mundo digital, los vídeos de sensibilización son una excelente opción para conectarse con ellas.
Entonces, si el objetivo es hacer un vídeo que sensibilice a más personas, es importante pensar en una adecuada estrategia de comunicación que integre un video de impacto social como la mejor manera de hablar sobre tus ideas y proyectos.
¿Quieres asegurar el éxito para tu próximo vídeo de sensibilización?
¿Cómo saber lo que quiero decir?
La primera práctica es tener claro para qué exactamente necesitamos el vídeo. Con nuestras intenciones enfocadas, el camino que estamos emprendiendo será más sencillo.
Lo más importante de entender en este sentido es que los vídeos, como los proyectos, deben tener un único objetivo general y seguramente tendrá algunos otros objetivos específicos; pero será ese objetivo general lo que marque todas las acciones a seguir, en el caso del audiovisual, será lo que dirija todas las decisiones que tomaremos para “traducir” el mensaje al lenguaje audiovisual. Por ejemplo, definir la selección de imágenes y sonidos, si se harán entrevistas, de quienes serán los testimonios: de donantes y/o pacientes, médicos. Todo va a depender de lo definido y claro que esté el objetivo del mensaje.
Tomemos como ejemplo una organización cuya causa principal sea el cáncer de mama y estén impulsando una campaña para sensibilizar a más personas a donar su cabello a pacientes.
Pareciera claro que el objetivo es incentivar que las personas donen el cabello, pero muchas veces ocurre que quisiéramos aprovechar el vídeo para decir otras cosas e intentar abarcar varios puntos diferentes, supongamos que se nos ocurre que también habla del cuidado que la organización ofrece a los familiares de las pacientes mientras hacen sus tratamientos o el soporte que la organización le da para que pacientes regresen al mercado laboral... es aquí donde comienzan los errores.
Lo más probable es que sea un vídeo de larga duración o que cuando tu público lo vea se confunda con muchos temas y lo peor, no logres que donen su cabello, pues el mensaje principal ha perdido fuerza y la organización habrá perdido una gran oportunidad de ayudar a las personas con cáncer a lucir una nueva cabellera. Por esa razón, cada vídeo debe ir de la mano con lo que se quiere decir precisamente, la rigurosidad con esta práctica te ayudará a tener más alcance y éxito, además de facilitar su realización en costo y tiempo.
¿A quién va dirigido el vídeo?
La segunda práctica clave para garantizar un video de sensibilización exitoso es definir concretamente a quién va dirigido el mensaje. Puede ser que ahora mismo pienses que tienes claro quienes conforman el público de tu causa, porque seguramente ya has hecho la labor de segmentarlo, sin embargo cuando se trata de la realización de un vídeo la segmentación es más específica aún y quizá descubras que podrías salir de tu segmentación habitual.
Continuemos con el ejemplo del vídeo para incentivar la donación de cabello para personas con cáncer.
Cuando tenemos más clara la idea sobre el sector social al que queremos dirigirnos, ya hemos dado un paso para acercarnos a un proceso más profesional, creativo, efectivo, y es cuando viene un despliegue de ideas para dar uso del universo que te da el lenguaje audiovisual. ¡No te asustes, te lo explicaremos!
La manera más efectiva de crear ese vínculo de conexión emocional parte del conocimiento previo de las características representativas del público en el que queremos incidir.
Entonces, la primera pregunta sería ¿quién tiene cabello para donar?, ¿hombres, mujeres, jóvenes, adultos?, ¿en qué momento de la vida alguien podría desprenderse de su cabello para ayudar a otros?, ¿es necesario tener una cabellera perfecta y brillante?
Todas las preguntas que puedas hacerte para conocer los rasgos del público exacto al que debes dirigirte serán de utilidad.
Con las respuestas que obtengas tendrás, sin duda alguna, una fuente de información primordial para asegurarte que el lenguaje audiovisual que usarás es el adecuado para conectar con el mayor número de personas dentro de esa comunidad, que los identifique y los una como una sola entidad, y sobre todo, que los llame a la acción, en este caso a donar cabello.
Es decir, en el supuesto de que las respuestas de tu investigación apuntan a que tu público objetivo son mayoritariamente mujeres de aproximadamente 19 años, habitantes de las urbes, entonces todas las decisiones que tomes para “traducir” el mensaje al lenguaje audiovisual, tendrán que estar directamente relacionadas con los gustos e intereses de ese público concreto. De nada te serviría configurar un lenguaje audiovisual para dirigirte a los hombres de aspecto clásico con el cabello corto, que si bien pueden ser sensibles a la causa, no podrán ser donantes de cabello.
Además, al hacer este estudio, tendrás como beneficio extra conocer cuáles son las formas de consumo de vídeos y en qué sitios t público suelen mirar ese tipo de contenido, pudiendo divulgar tu vídeo de sensibilización en el lugar correcto, garantizando que llegarás a las personas adecuadas.
Tener un objetivo claro y certeza de quién es tu público concreto, garantiza el impacto de tu vídeo de sensibilización.
Para que un vídeo de sensibilización, tenga el potencial de impactar positivamente, es importante tener muy claro las dos prácticas. Ellas solo serán eficientes si la organización social trabaja con las dos en conjunto.
Escríbenos para saber en qué otros temas podemos ayudarte y si quieres estar al día con los contenidos que compartimos, suscríbete a nuestro newsletter.
¡Solo te queda descargar la plantilla de trabajo para definir tu objetivo y público ideal que te dejamos en el siguiente botón!
