¿Por qué los vídeos documentales dan confianza a tus donantes?

 
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Las historias reales siempre nos han conmovido

Cuando vemos una película, serie o cortometraje nos conectamos con la historia, nos emocionamos, lloramos, reímos; pero un sentimiento más potente nos ocurre cuando nos enteramos que esa historia es real, que alguien la vivió de verdad. ¿Te ha pasado?

Es lo que sucede con los documentales. Solemos creer que los documentales son sólo programas de animales, de la naturaleza y el universo, o peor aún, de investigaciones crminales.

La verdad es que existen tipos de documentales diferentes que cumplen objetivos distintos de comunicación con el público, con nosotros los espectadores.

Aunque todos los tipos de documentales comparten lo real como materia prima, la diferencia entre ellos se basa, sobre todo, en cuánta emoción transmite o si sólo se ocupa en dar información.  

Contar una historia con emociones

Claro que sí, la información es importante. Son todos los datos concretos que se pueden decir o exlicar para dar a entender una idea o hecho. Es el contenido racional y concentra una parte de lo que quieres que el espectador sepa.

Sin embargo, hay otro tipo de información, es la información sensible. Son los sentimientos que se transmiten tanto con la presencia de las personas ante la cámara, como las que se crean en la edición. Momento en que se mezclan los recursos audiovisuales: imagenes, sonidos, música, textos, efectos y todo lo necesario para hacer que una película o video que emocione.

Son las emociones las que permanecen en la memoria del espectador. Por ejemplo, puede que no recuerdes exactamente la escena de una película o un diálogo, pero si te emocionó seguro recuerdas las sensaciones que viviste al verla.

Prueba hacer el ejercicio de recordar con el corazón las películas que te han marcado. 

En Galápaga Films apostamos por el tipo de documental en el cual, el método de observación y acompañamiento es la manera de mostrar la vida de las personas, sus situaciones y contextos reales. Son historias contadas por ellos mismos, con sus propias palabras y sentimientos.

Con las emociones creamos lazos de empatía

De cierto modo, un video documental da a los espectadores la oportunidad de conocer a otros porque les permite ver por sí mismos quiénes son, dónde y cómo viven esas personas; entienden cómo se relacionan con otros y con el contexto. Los escuchan, sienten sus frustraciones o alegrías.

El espectador se empapa en primera persona de una vida que quizá de otra forma nunca conocería.

Se trata entonces de brindarle al público la experiencia de comprender de la vida del otro. Se trata de llegar a las emociones y sensibilizar, siempre desde la honestidad y el respeto a la dignidad de esas otras personas que suelen estar en situaciones difíciles y vulnerables. 

Es por eso que, el video documental se convierte en un testimonio que genera confianza. Vivir esa experiencia para el espectador es también tener la seguridad de que tu trabajo está llegando a quienes debe llegar y a la vez, tener la certeza de que sus donaciones cumplen la misión para la que fueron dadas.  

Un espectador sensibilizado está dispuesto a ayudar. Entiende desde su interior la importancia de poner su grano de arena para fomentar el cambio social por un mundo un poco más justo. 

Nosotras, con cámara en mano, confiamos firmemente en que conociéndonos unos a otros y fomentando la hermandad lograremos la transformación social que anhelamos. 



 
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